NEUROMARKETING
Y LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO
(Romina
Daza Ramos)
Llega fin de año y casi de manera
inevitable nos ponemos a pensar en los regalos para nuestra familia o amigos, y
en éste momento comienza el ya tan famoso “estrés de Navidad”, ese sentimiento de
sudoración fría, latidos del corazón acelerados, la sensación de falta del
aire, irritabilidad, nostalgia, confusión, aceleramiento, etc., los síntomas
clásicos que el estrés se hizo presente en nuestras vidas.
Y a esto se debe agregar el poco tiempo que
disponemos tomando en cuenta nuestras actividades (cierre de gestión, informes
de fin de año, reuniones, viajes familiares, etc.) con lo que podemos hacer con
el mismo; el dinero con el que contamos para estas fiestas (casi siempre
escaso) y es aquí que hacemos alusión al punto de vista de la economía clásica que
indica que los recursos más escasos, son el tiempo y el dinero. Al reconocer la
escasez de estos dos recursos, las preguntas que se nos vienen son: ¿qué
comprar? ¿qué no comprar? ¿a quién comprar? ¿para quién comprar? ¿tenemos un
presupuesto?
La respuesta principal que debemos dar
radica en el tema del presupuesto, debemos contar con uno, en el que se
registre el número de regalos que pretendemos dar, el costo implícito de cada
uno y no olvidar registrar un ítem de gastos extras donde se denote un tope
máximo. Al contar con uno, nuestro nivel de estrés en teoría debería disminuir,
pero ahora no debemos olvidar nuestras emociones y reconocer que al momento de
tomar una decisión de compra, la parte racional de nuestro ser no siempre
prevalece y las emociones emergen pudiendo dar lugar a un desfase en nuestro
presupuesto racionalmente planificado.
Es ahí que el Neuromarketing asoma a
nuestras realidades de compra, los colores, los aromas típicos de las fiestas
de fin de año hacen que nuestro cerebro emocional pueda jugar un papel más
importante que nuestro cerebro racional si es que así lo podemos diferenciar.
En este sentido, el Neuromarketing generalmente está orientado a las empresas,
en cómo el mismo puede mejorar la experiencia de compra en los clientes, pero
en la presente lo que pretendemos es ir hacia el Neuromarketing desde el punto
de vista de los consumidores y cómo poder hacer que las neurociencias y el
conocimiento básico de las mismas puedan ayudarnos en estas fechas tan
importantes y tan estresantes a la vez.
El avance en las ciencias ha permitido
identificar lo que los consumidores sienten al momento de realizar las compras,
¿pero los consumidores pueden identificar esos sentimientos por sí mismos?; lo
que pretendemos con el presente artículo es poner en términos más sencillos algunas
variables del Neuromarketing y poder en este sentido hacer que un consumidor
común y corriente pueda mejorar sus experiencias de compra por sí mismo.
El comportamiento de los consumidores en
la neurociencia clasifica principalmente en cuatro tipos: la toma de
decisiones, la recompensa, la memoria y la generación de emociones, caracterizándose
como principal conductor a sus neurotransmisores, tales como; la serotonina, la
dopamina y la oxitocina.
La
serotonina
Esta hormona más conocida como la
hormona de la felicidad, es un neurotransmisor que desempeña funciones de
emoción, olfato, memoria de largo plazo. Es decir, quién en alguna ocasión no
ha sentido algún aroma (en especial en estas fechas) que lo llevan a recordar
momentos felices del pasado, la picana de mamá, el chocolate del desayuno del
día de navidad, el aroma de los ciruelos, los damascos de nuestra región, etc.
La
Dopamina
Este neurotransmisor es
importante en todas las respuestas nerviosas que están relacionadas con la
expresión de las emociones; generalmente se puede dar evidencia de la presencia
de dopamina en el cerebro gracias a una imagen por resonancia magnética
funcional (IRMf) que es un procedimiento clínico y de investigación que permite
mostrar en imágenes las regiones cerebrales activas, por ejemplo al ejecutar
una tarea determinada. En inglés suele abreviarse fMRI (por
functional magnetic resonance imaging). Por ejemplo cuando en estas fiestas
recibamos un regalo inesperado, nuestro nivel de dopamina aumentará y si recibimos
algo ya esperado o conocido nuestro nivel de dopamina no cambiará, en cambio en
el caso de una recompensa esperada omitida, (no recibir ningún detalle
esperado) la dopamina decrece.
La oxitocina
O también conocida como la hormona del
amor, es un neurotransmisor responsable de que amemos, seamos compasivos,
amables, empáticos. Esta hormona será liberada por ejemplo cuando recibamos o
demos un abrazo sincero en Noche Buena, cuando podamos con lo poco o mucho que
tenemos poder llegar a ayudar a un desconocido. Hay que dejar en claro que un
mensaje de texto no podrá hacer fluir de la misma manera esta hormona que un
abrazo, un beso o un estrechón de manos.
Para finalizar, con una aproximación muy
simple a las neurociencias, se desea de corazón que la adrecorticotropina
(hormona del estrés) no esté presente en estas fechas y que exista mucha
segregación de serotonina, dopamina y oxitocina en sus vidas con las emociones
recibidas en estas fechas al poder reunirse con la familia y compartir de lo
más sencillo como puede ser un delicioso buñuelo con su chocolate o recibir el
perfume o la consola de juego deseada.
Muchas gracias por el aporte Yo intente hacer una agencia de marketing digital en Guatemala pero no me salio porque no puede encontrarclientes
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